Relatos de un Tiempo Pasado: Segundo
La diligencia del doctor Oliver Odell
La luz del sol del atardecer calentaba la madera pintada de la diligencia. Aunque le hacía falta un buen repaso, aún se distinguía el misterioso coloreado en púrpuras y rojos sobre la madera negra, describiendo intrincados glifos y runas. Frente a ella había montado la parafernalia habitual, una pequeña mesa frente a una estantería repleta de viales, ingredientes y artefactos con aspecto de ser cientos de años más viejos de lo que eran y de proceder de planos mucho más lejanos del que provenían. Había sido un día provechoso, masas de clientes inocentones habían comprado cajas enteras de pociones inocuas a precios desorbitados, otros habían accedido a una arbitraria e improvisada lectura del destino. Pero el mayor provecho lo había sacado de las almas desesperadas que entraban en la diligencia en busca de ver cumplidos deseos… algo más profundos.
El Escritorio de Ireul 